Las figuras presentes en este recurso creativo, claramente antropomorfo, abarcan lo irreal y lo tangible, describen a través de todas sus muecas anatómicas la semántica del sentimiento que se graba y convierte al rostro en un cuadro de expresión por antonomasia. Imágenes vestidas de manera jocosa para alejar la tragicidad de la vida humana, rompiendo la excesiva seriedad del elemento representado.